El azul del océano desaparece y se puede vislumbrar de un color oscuro, casi que se confunde con la oscuridad de la noche, que podrías mirar durante horas y horas, probablemente incluso quedarte eternamente observando esa imagen, pero nunca querrías bajar la mirada... porque sientes que el mar se lleva todo lo malo y todos los obstáculos que hay en tu vida.
Solo estáis tu, el mar, y la fría luz de luna.
y también quizás... otra persona acompañante arropándote en su abrazo.